Ubicado originalmente en el Palacio de Luxemburgo, que María de Médici hizo construir entre 1615 y 1630, el Museo de Luxemburgo fue el primer museo francés abierto al público en 1750.

Los visitantes pueden admirar los veinticuatro lienzos que Rubens dedicó a la gloria de María de Médici y un centenar de cuadros del Gabinete del Rey, de Leonardo da Vinci, Rafael, Veronés, Tiziano, Poussin, Van Dyck y Rembrandt.

Tras el traslado de estas obras al Louvre, el museo de Luxemburgo se convirtió en 1818 en un "museo de artistas vivos", es decir, un museo de arte contemporáneo. En él se exponen obras de David, Ingres y Delacroix, entre otros.

El Senado se convirtió en propietario del Palacio y Jardín de Luxemburgo en 1879, y mandó construir el edificio actual entre 1884 y 1886. Los impresionistas se expusieron aquí por primera vez en un museo nacional, gracias al legado Caillebotte, que incluía obras de Pissarro, Manet, Cézanne, Sisley, Monet, Renoir, etc. Esta colección se conserva actualmente en el Museo de Orsay.

Cerrado tras la construcción de un museo nacional de arte moderno en el Palacio de Tokio en 1937, el Museo de Luxemburgo reabrió sus puertas al público en 1979. El Ministerio de Cultura organiza exposiciones sobre el patrimonio de las regiones y las colecciones de los museos provinciales, mientras que el Senado mantiene el control de la programación y el uso del edificio.

Luis Felipe y la reina María Amelia visitan el Museo del Luxemburgo en 1838  
ROUX Auguste Jean Simon (París, siglo XIX)

Un museo asignado al Senado

En 2000, el Senado decidió asumir de nuevo la plena responsabilidad del Museo de Luxemburgo, con el fin de aplicar una política cultural coordinada en el palacio, el jardín y el museo.

Como asamblea parlamentaria, las principales misiones del Senado son aprobar leyes, supervisar al Gobierno, evaluar las políticas públicas y planificar la prospectiva, pero también tiene el deber de valorizar el patrimonio que le corresponde.

Para que las exposiciones presentadas en el Museo de Luxemburgo tengan una gran visibilidad y un alto nivel de excelencia, el Senado ha optado por recurrir a profesionales del sector.

Desde entonces, el Museo de Luxemburgo se ha consolidado como uno de los principales lugares de exposición de París, permitiendo a sus numerosos visitantes apreciar obras maestras de Botticelli, Rafael, Tiziano, Arcimboldo, Veronés, Gauguin, Matisse, Vlaminck y Modigliani.

En 2010, el Senado delegó la gestión del museo a la Réunion des Musées Nationaux, centrándose en tres áreas de programación vinculadas a su historia: "El Renacimiento en Europa", "Arte y poder" y "El palacio, el jardín y el museo: Luxemburgo en el corazón de París, capital de las artes".

Reconocido operador cultural, la Réunion des Musées Nationaux es uno de los principales organizadores de exposiciones del mundo. Exponer, publicar, distribuir, adquirir, acoger, informar...: contribuye, al enriquecimiento y mejor comprensión del patrimonio artístico de todos los públicos a escala nacional e internacional.