Hacia 1630, María de Médici hizo construir los ninfeos y las fuentes que decoraban los jardines italianos, la gruta del Luxemburgo, llamada desde entonces "Fuente Médici". Thomas Francine, intendente general de Aguas y Fuentes, habría elaborado los planos.
Chalgrin, arquitecto del Palacio de Luxemburgo, hizo que la restauraran, tras la Revolución, los escultores Ramey, Duret y Talamona, y adornó el nicho central con una pequeña Venus.
En 1862, la construcción de la calle Médici por parte de Haussman obligó a trasladar la fuente unos treinta metros más cerca del Palacio.
El arquitecto Alphonse de Gisors hizo construir delante un estanque de cincuenta metros de largo y encargó nuevas esculturas a Ottin.
Como gestor del Jardín de Luxemburgo, el Senado es responsable de la conservación, mantenimiento y valorización de este patrimonio excepcional y se comprometió a restaurar la Fuente Médici y sus cuencas en 2020 y 2021.
Las obras incluyeron la restauración de las estatuas, la sustitución del sistema de drenaje de aguas pluviales, la renovación del sistema hidráulico y la mejora de la Fuente de Leda.