Eliminar el uso de productos fitosanitarios e introducir el control biológico
El Jardín de Luxemburgo se ha comprometió hace tiempo a limitar, o incluso eliminar, el uso de productos fitosanitarios. El control biológico se utiliza en sus invernaderos desde los años noventa. Los herbicidas químicos están prohibidos desde el año 2000.
Hoy en día, solo se siguen utilizando productos de control biológico o aprobados para la agricultura ecológica, en estricto cumplimiento de la ley "Labbé". Se han prohibido los tratamientos sistemáticos. Por ejemplo, se ha suspendido el tratamiento de los arbustos con azufre para combatir el oídio, que suele realizarse a finales del invierno y está aprobado por la AB. Los únicos tratamientos que quedan son selectivos y solo afectan a las plantas que forman parte del patrimonio vegetal del jardín
Acciones específicas
En concreto, el jardín lucha contra el barrenillo del boj, que amenaza sus bojes. Las orugas de esta pequeña mariposa son extremadamente voraces y han causado estragos en los últimos años, sobre todo en jardines históricos. Las trampas de feromonas en los arbustos atraen a los adultos. En cuanto a las orugas, son destruidas por una bacteria, Bacillus thuringiensis kurstaki, dispersada en primavera.
En general, se trata de un trabajo arduo, como en el caso de las prestigiosas zonas de césped del eje monumental del jardín (Palacio-Observatorio), desherbadas a mano.
Hay que prestar especial atención al huerto
El huerto, que alberga una colección nacional de variedades antiguas de manzanas y peras, también recibe cuidados esmerados y específicos. Las trampas de feromonas se utilizan para controlar las carpocapsas (lgusanos de la fruta). Para combatir los hongos patógenos, se utiliza bicarbonato potásico, arcilla o azufre. Por último, cuando los ataques de plagas de insectos son tan graves que no pueden controlarse con facilidad, los tratamientos insecticidas aprobados por AB se aplican únicamente a las plantas más afectadas.
Esta práctica 100 % ecológica depende obviamente de la actuación de los jardineros. Son maestros en el arte de limpiar las plantas a mano, utilizando algodón empapado en alcohol, por ejemplo, o retirando las ramas más afectadas. También practican la protección pasiva, como el embolsado de la fruta para evitar los gusanos (carpocapsas, hoplocampas, etc.).
Desarrollar las especies presentes en el jardín
Pero todos estos esfuerzos no siempre son suficientes. Así que, hace cinco años, tuvimos que lamentar la pérdida de muchos de los aligustres del jardín. Hoy en día, los topiarios de boj se enfrentan a una nueva enfermedad (Cylindrocladium y Volutella) para la que no existe ninguna solución biológica eficaz. Así pues, a falta de tratamiento, el jardín empezó a sustituir estas variedades tradicionales por otras más tolerantes, o incluso por especies sustitutivas como el huso enano (Evnonymus microphyllus pulchellus), iniciando una evolución discreta, pero real, de la gama vegetal del jardín.